Las personas tenemos la facultad de percibir y construir de forma sensible el mundo que nos rodea, siendo esta una característica humana presente en todos. Podría entonces decirse que; el arte y la arquitectura no son propiedad de los creativos y entendidos, sino de la gente toda, pues a través de la expresión artística y arquitectónica, el hombre va dejando huellas impresas en su medio existencial, como rastro de una humanidad que se recrea, que se expande y evoluciona en el tiempo. Así el hombre ha creado signos, objetos y espacios, cargándolos con su esencia e identidad. En este proceso creativo vuelca sus aspiraciones, sus alegrías, sus tristezas, su grandeza y su modestia, configurando sin pensar su propia perpetuidad en la memoria del tiempo, lugar donde se aborda con la ayuda de la historia, disciplina que a través de la edad del mundo todo lo testimonia.
La percepción y el arte
El arte y su historia motivan los sentidos humanos, comunican, trasmiten, y por sobre cualquier otra condición, se valen de nuestra percepción para existir. Bajo este lineamiento podríamos establecer, que la arquitectura y el arte deben ayudar a generar ámbitos estimulantes de la actividad física y mental en la niñez, la juventud y también en la vejez, apoyando e instigando la curiosidad y en el aprovechamiento más pleno posible de las aptitudes de cada persona.
El taller y los participantes
Usando como excusa la producción artística-arquitectónica de las civilizaciones de todos los tiempos con los elementos que la componen; se intenta en este mágico viaje que propone el taller, no solo desarrollar información histórica, por lo contrario se apunta a trabajar y fortalecer lo perceptivo y la persona, porque se redescubre un universo de formas, colores, texturas, que activan o reinstalan sensaciones, poniendo así en acción la vista, el olfato, los oídos y el tacto; y por otro lado lo sensible y la persona, promoviendo un proceso de análisis, incorporación, y retención de la información gráfica-escrita, lo cual propicia un necesario ejercicio de la memoria.
Este redescubrimiento de significados cromáticos, geométricos, sucesos, personajes y anécdotas nos permite recrear y construir una nueva mirada hacia es mundo cotidiano, debido a que se potencian aptitudes personales que no se conocían o estaban guardadas, comenzando así a entretejerse otra forma de obsevar, entender y percibir el mundo. Sentir y Ver más allá es nuestra consigna de trabajo.
